viernes, 25 de septiembre de 2009


Dijo hola y adiós, &, el portazo, sonó como un signo de interrogación, sospecho que, así, se vengaba, a través del olvido, cupido de mi. No pido perdón, ¿para qué? si me va a perdonar porque ya no le importa... siempre tuvo la frente muy alta & la lengua muy larga


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